Un trabajador del ministerio de Información de la Nación huye de la Ciudad de Buenos Aires en el punto álgido de otra crisis social y política en el país. Su destino es Catamarca, donde un amigo y funcionario del gobierno provincial le ofrece casa y trabajo en un entorno más amable y sosegado, lejos de la psicosis porteña. Sin embargo, pronto comienza a darse cuenta que los 1200 kilómetros que lo separan de Buenos Aires no le permitirán en absoluto librarse del caos. Todo lo contrario, será protagonista de una iniciativa soberanista que amenaza con desmembrar el país. El control por el litio, el rol de los activistas antiminería, las comunidades originarias, y las potencias dominantes se entrecruzan en una trama que llevará al lector a preguntarse si lo que lee es parte de una ficción o si realmente está ocurriendo.